30 Oct NipponValencia2012 (interludio): Japan *loves* potatos
Publicado el 09:23h
en
Mix
por Paco Polit
SESENTA raciones de patatas «king-size»…
No, no me he olvidado de vosotros, oh fieles seguidores de nuestras andanzas veraniegas en el País del Sol Naciente. Aunque estemos ya en octubre, quedan varios episodios del NipponValencia por contar, y tarde o temprano acabarán publicados. Mientras tanto… ¿os hace una historieta curiosa sobre las modas en Japón?
Maki de más de 6 kilos y con 20 tipos de relleno (pescado, tortilla, etc)
Si hay algo considerado de mala educación en tierras niponas, más allá de comportarse como un grupo de neandertales sin civilizar -los valencianos ebrios a altas horas de la madrugada damos el perfil-, es no terminar el plato de comida que nos ponen delante. Alta traición. El ritual para los comensales debe empezar y acabar siempre del mismo modo: Itadakimasu! («¡que aproveche!») para abrir el fuego, y un plato cristalino y sin rastro de comida al final del festín. Se lo meten en la cabeza desde pequeñitos, y con semejante presión estomacal deben convivir hasta el fin de sus días.
Saco dicha costumbre a colación de
una noticia que descubrí ayer en el portal Kotaku acerca de una
repentina moda a lo largo y ancho del país relacionada con el
tamaño, cada vez mayor, de las raciones a degustar. El primer ejemplo lo pude ver hace unos días en forma de
maki (rollito de papel de alga y arroz con pescado en su interior)
gigantesco, monstruoso, de más de
seis kilos de peso y con más de
veinte tipos de pescado y relleno en su interior.
Eh, y los japoneses se lo comen. Tardan horas, van a su ritmo, pero
se lo comen.
El cúlmen del paroxismo ha llegado de la mano de McDonalds y una suculenta oferta sólo válida durante el mes de octubre: por 150 yenes (al cambio, menos de 1,30 euros), puedes escoger el tamaño de patatas fritas que desees: mediano, grande… o gigante. Y claro, ¿vosotros qué haríais ante esta promoción? Servidor ha vivido en sus carnes aquel frenesí inicial por las cheeeseburgers de un euro en Valencia (veinte de una sentada entre cuatro personas, verídico). Pero en Japón, como siempre, todo es más. Mucho más.
Así pues, un grupete de adolescentes sacó unos cuantos yenes del bolsillo para protagonizar uno de esos momentazos tan surrealistas en el corazón de la isla. No han sido los únicos, pero sí los que han alcanzado la fama más rápido gracias al poder de Twitter. La estampa: sesenta (sí, SESENTA) raciones de patatas gigantes, un globito para dar color a la escena, cuatro bandejas para contener semejante alud patatero y más de tres horas para comérselas todas. Las redes sociales ardieron aquella tarde. Y hemos de suponer que no dejaron ni una sóla patata en el plato.
Los responsables de McDonalds en Japón están que trinan. Su patatera promoción termina el 5 de noviembre, con lo cual no les queda más remedio que aguantar el chaparrón unos días más. Los encargados de los establecimientos tienen serios problemas para abastecerse de tan carbohidratante producto, y los pobres trabajadores se esconden cada vez que un grupo de adolescentes con ganas de risas entra en su local. Además, el tiempo que tardan en deglutir tal cantidad de comida causa molestias al resto de comensales, atascos en los pasillos (los locales no son precisamente espaciosos) y evita que otros clientes puedan sentarse en las mesas que ocupan. Un desastre. Y si nos ponemos a hablar del colesterol y calorías ingeridas, este artículo se nos va de las manos.
Comer con público jamás fue tan divertido
Próximamente retomaremos el serial NipponValencia con nuestras experiencias en Tokio, una de las capitales del mundo civilizado. Hasta entonces, sayoonara!
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