El truco de la bolita o por qué la temporada 19-20 fue la más dura de la historia

31 Jul El truco de la bolita o por qué la temporada 19-20 fue la más dura de la historia

La verdad es que pocas inversiones están menos justificadas que los 10 o 12 euros anuales que me cuesta renovar la suscripción del dominio de esta página web. Un ejercicio automático, aséptico y que ya asumo como algo necesario, como el que paga la luz todos los meses con resignación. Cada año me propongo escribir más en este soporte, siempre repleto de buenas ideas y propósitos. Y, cada año, la inversión de tiempo y palabras se reduce a un solo post, con suerte.

Acaba julio y acaba la peor temporada que recuerdo tanto a nivel laboral como a nivel personal. Y mira que han pasado cosas objetivamente ‘guays’. Pero tengo pocas razones para guardar en el cajón de la memoria el espacio que va desde septiembre de 2019 a julio de 2020 por infinidad de motivos que, en realidad, se reducen a apenas dos o tres que paso a detallar.

El año empezó con sacudidas a nivel deportivo (lo de Marcelino, lo de Mateu, caos, agresividad, amenazas, insultos por redes… el menú habitual) que irremisiblemente se trasladaron a un ambiente de toxicidad irrespirable para aquellos que, como es mi caso -y aunque alguno no lo crea-, nos despertamos cada día con el objetivo de hacer nuestro trabajo lo mejor posible, que el producto que ofrecemos sea de calidad, llegar de una pieza al final del día y ser feliz. Y si por el camino puedes hacer feliz a los demás, pues todavía mejor.

Inciso: soy un puto privilegiado. Trabajo creando contenidos que me gustan, por el camino conozco a gente fantástica y la mayoría de ese contenido tiene una razón de ser que va más allá del mero periodismo. En el caso de Esportbase, generar una conciencia de formación en los niños y la gente joven. En el caso de Veus Fé-Cé, la voluntad de perdurabilidad, de guardar para siempre testimonios valencianistas audibles y crear una cultura de club sólida que soporte los vaivenes de la actualidad. ¿Valenta Radio? Dar visibilidad al futfem de base, pero una visibilidad real y tangible, no fruto de apoyos publicitarios puntuales. ¿LaLiga Lowdown? Un trabajo coral bestial para un público angloparlante deseoso de conocer las interioridades reales del fútbol español, lejos de los publirreportajes y las versiones oficiales. Y lo mismo se puede aplicar al resto de colaboraciones, participaciones y otros trabajos que surgen durante la temporada.

La operación del pie fue solo el principio de un año infame…

Volvamos al relato. Tras el otoño pasamos a una operación de tobillo el 2 de diciembre, un mes de parálisis total forzosa en casa, una Nochevieja que no se la deseo ni a mi peor enemigo y una experiencia próxima a la muerte que sirvió para recolocarme a muchos niveles. No es agradable estar cerca de palmarla porque, por desgracia, no eres consciente de que estás jodido. La cabeza va a la velocidad normal y el cuerpo no acompaña, y fruto de ese desequilibrio primero llega la extrañeza, luego llegan las preguntas, posteriormente pasas al periodo de incertidumbre y, ya para acabar y cuando parece que el peligro ha pasado, asumes que te quedan por delante muchos meses de recuperación. El trabajo pasa a ser secundario porque las pastillas y los pinchazos requieren de toda tu atención. Literalmente la vida te va en ello.

La vida tiene formas curiosas de avisarte, de encarrilarte y de ratificarte en tus creencias. El pensamiento diario que más se repite en mi vida y en la de muchos ‘freelance’ autónomos, sea dediquen o no al periodismo y la comunicación, es bastante esclarecedor: «¿De verdad vale la pena todo este esfuerzo?» Casi nunca la respuesta es positiva. Y sin embargo seguimos haciéndolo. Es el truco del almendruco: nos encanta nuestra profesión, y por ello aguantamos carros y carretas. Como un prestidigitador haciendo el truco del trilero. Sabemos que no hay magia aquí, que es un mero ejercicio de engaño. Sabemos que lo que hace el mago tiene truco. Pero nos sigue encantando la ilusión que genera.

Y así pasaron los meses siguientes, con la salud como prioridad pero sacando adelante un volumen alto de labores profesionales. Con la pregunta se si vale la pena dar tanto el callo rondando en tu cabeza cada día. De repente, llega la última semana antes de las vacaciones y las piezas del Rubik encajan. Acaba la temporada radiofónica de Esportbase, y es renovada para el año que viene. Acaba el año de Veus Fé-Cé, y te informan de que tendrá continuidad en septiembre. Lo mismo para Valenta Radio. Y para LaLiga Lowdown, con sus correspondientes colaboraciones en medios internacionales. Y vas a los médicos y las buenas noticias se suceden. El neumólogo te da el alta. El traumatólogo te da el alta. El hematólogo te retira la medicación. El vascular da su visto bueno.

Nueve meses tragando mierda, sobre todo a nivel de salud… y en apenas cinco días, el semáforo pone en verde todas sus luces.

Mensaje recibido.

Seguiremos disimulando y disfrutando del truco del periodismo una temporada más, aunque sepa perfectamente que la bolita no está bajo ninguno de los tres vasos de plástico. Y que esa moneda de euro no, no me ha salido de la nariz.

Supongo que eso es lo bueno de tocar fondo: saber que la temporada 20-21 será mucho mejor a todos los niveles es un motivo excelente para mantener los ánimos altos. Además, tengo un cita con cierta persona el verano que viene y pienso llegar a ella pletórico en cuerpo, alma y corazón.

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