18 Jul Entrevista en Diarioche.es
No es habitual que me toque a mi contestar a preguntas; normalmente, soy el encargado de hacerlas. Sin embargo, sí es cierto que en alguna ocasión durante estos años he respondido a cuestiones en entrevistas informales con compañeros y estudiantes de Periodismo o Comunicación Audiovisual.
Como curiosidad, os dejo por aquí la entrevista que me hicieron en Diarioche.es hace unos días. Estamos en pleno proceso de venta así que muchas de las preguntas están centradas en la actualidad más inmediata, pero también hablamos de periodismo, referentes, los inicios en el mundillo, el trabajo del día a día… Por si queréis echarle un vistazo.
(Y no, la foto gigante de mi testa que encabeza la entrevista no la escogí yo… ¡Qué se le va a hacer!)
ACTUALIZACIÓN 2016. Parece ser que el enlace original se fue a tomar viento, así que os copio y pego la entrevista tal cual se hizo en julio de 2014.
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DIARIO CHÉ: ¿Cómo es el periodismo día a día?
PACO POLIT: Muy duro. Si se ejerce con responsabilidad es una profesión muy ingrata, muy dura, muy poco agradecida y con un alto grado de intrusismo y peligrosidad. Las alegrías llegan cuando das avanzas una noticia y se cumple, cuando explicas un tema engorroso con sencillez para que el lector medio lo entienda o cuando llevas a cabo una entrevista con frases interesantes y un protagonista que tenga cosas que decir.
DC: ¿Qué es lo más importante del periodismo?
PP: La honestidad. Todo empieza y acaba en la honestidad. De ahí surgen la profesionalidad y el rigor, dos cualidades que cada día están menos valoradas. Contrastar noticias y todo lo que ello conlleva. Pero todo empieza y acaba en la honestidad de averiguar una información y transmitirla a gente que tiene necesidad de conocerla.
DC: ¿Cómo surgió tu interés por el periodismo?
PP: Con 16 años en el instituto. El cine y el periodismo especializado empezaron siendo la prioridad, pero por parte de padre he tenido el fútbol muy próximo toda mi vida. Así empecé la carrera y en Primero ya colaboraba con LP Punto Radio. Desde ahí hasta hoy. Tras pasar por magazines, informativos y programas, acabé en Deportes desde 2006. Tras casi diez años, el balance es enormemente gratificante.
DC: ¿Qué te parece el proceso de venta del Valencia?
PP: A fecha de hoy, una jaula de grillos. Una mezcla bizarra de ‘Saw’ con gotas de ‘House’ y cualquier episodio de ‘CSI’. Hay giros del guion a diario, medias verdades, omisiones imperdonables y la transparencia salió huyendo despavorida hace semanas. Es un proceso mal concebido, planteado y ejecutado. Y por desgracia, parece ser demasiado tarde para corregirlo.
DC: ¿De qué compañero has aprendido más en el periodismo?
PP: Hay varios. Tengo la suerte de haber coincidido con periodistas magníficos como Kike Mateu, Juan Carlos Villena y Jose Molins, y de haber participado en la formación de otros como Adrián Rubio o Luis Cortés que llegarán mucho más lejos que todos nosotros. También aprendí de profesionales como David Blay, Manolo Montalt o Alberto Santamaría. La mejor manera de aprender es tomarlo como algo diario. Nadie nace enseñado, y nadie muere sabiéndolo todo.
DC: ¿Qué te parece la falta de respeto de laSexta al Valencia?
PP: Conozco y tengo amigos trabajando en La Sexta, y prefiero calificarlo de error puntual. Es cierto que las relaciones entre el Valencia y laSexta no han sido idílicas en los últimos años, pero dudo que en Atresmedia quisieran meter el dedo en la llaga. Se pasaron de frenada en un momento en que el valencianismo está altamente susceptible. Se rectifica, se piden disculpas y se toma nota para no repetirlo en el futuro.
DC: En tu tiempo libre, ¿qué te gusta hacer?
PP: El concepto ‘tiempo libre’ es casi tan desconocido como los unicornios para mi, pero cuando ‘rasco’ un par de horas libres hago lo que cualquiera. Hacer deporte, ver series, salir a cenar y tomar una copa… Nada fuera de lo común. Sí me gustaría poder ir más al cine, ¡pero cuesta un ojo de la cara!
DC: ¿Qué futbolista con el que hayas tratado es el más abierto a la afición?
PP: El aficionado debe comprender que, en el fondo, con sus particularidades y ‘teclas’, los futbolistas suelen ser gente bastante normal. Hay excepciones, obviamente. De estos años me quedo con la sencillez de Dealbert, el ‘coco’ de Juan Mata y el humor de Juanlu (ex jugador del Levante).
DC: ¿Cómo crees que acabará el proceso de venta del Valencia?
PP: El proceso de venta del Valencia acabará con la venta del club. Obviamente Peter Lim es el favorito y principal candidato a comprar, y lo normal es que sea el nuevo dueño. Sin embargo, me considero incapaz de asegurar la cifra final, las condiciones de compra, los acuerdos finales, si se cambiará de comprador, etc.
DC: ¿Cómo se pueden aguantar las criticas periodísticas por parte de la afición?
PP: Pues se aguantan con paciencia y comprensión. Al final todos somos aficionados y nos calentamos a veces, pero la línea del respeto no debe cruzarse jamás. Aguantar críticas a mi labor periodística va en el sueldo porque, al fin y al cabo, somos personajes públicos. Pero aguantar insultos no va en el sueldo. Al que insulta en redes sociales suelo ignorarle. Si insiste, se le bloquea y a otra cosa. He repetido cientos de veces que en este proceso de venta a mi ni me va ni me viene el resultado, sólo me debo a mi trabajo y a intentar contar la verdad. Aquel que no quiera oírlo o considere lo contrario tiene dos salidas: enfadarse y luego desenfadarse.
DC: ¿Qué es lo que más te ha disgustado del proceso de venta?
PP: Precisamente el clima de odio y violencia instigado, azuzado y maximizado por varias figuras del entorno del club, a las que parece que sí les va la vida en que Peter Lim compre el Valencia y se mantenga el status quo. Se han dado casos de amenazas y situaciones barriobajeras y navajeras, más propias de un estado represivo que de una ciudad normal. El fútbol no lo justifica todo. La irresponsabilidad de unos pocos puede acabar, a la larga, creando una fractura social imposible de suturar en mucho tiempo.
DC: ¿Qué opinas de la gestión de este consejo de administración?
PP: Hubiese sido el consejo ideal para mandar en el club en el año 2004. Por desgracia, estamos en 2014 y hasta el cuello de problemas. Apenas puedo opinar del resto de consejeros -Salvador Martínez tuvo una labor correcta en la comisión gestora de la venta y también el resto han trabajado desinteresadamente por el club-, pero sí de Amadeo Salvo. Deportivamente, es difícil darle el aprobado a sus doce primeros meses. A nivel social, ha llevado a cabo iniciativas magníficas para darle valor al club y a sus aficionados. Institucionalmente, sin embargo, hay dos lecturas: la primera, su innegable tirón popular; la segunda, que se ha identificado en exceso con la figura de Peter Lim, ligando su futuro al del magnate.
DC: Comparación entre las gestiones de Salvo y Llorente.
PP: ¡Vaya pregunta! Imposible compararlas. Ahí va mi titular: ambos son presidentes producto de su tiempo. Con Llorente había que gestionar miseria, con recortes, ahorro y venta de jugadores para cuadrar el boquete que dejó nuestro querido Juan Soler. No era un toro fácil. Yo critiqué en su día las formas anticuadas y la escasez de ideas originales para sacar más ingresos, pero ni loco se me ocurriría criticar enfurecidamente su gestión como un sector hace de forma retroactiva. Ahora con Salvo hay que tirar mano de originalidad, imagen y cantera para adaptar el club al siglo XXI. De momento no se ha logrado y el proceso de venta ha devorado cualquier idea inicial, pero creo que hay solución a la larga. La labor de un presidente debe valorarse en conjunto y con el tamiz del tiempo. Valorarla ‘al vuelo’ es, además de injusto, impreciso.
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