07 Dic «Oye, ¿cuándo vais a hacer algo para tu padre?»
Si no me han preguntado cien veces eso en los últimos años, no me lo han preguntado ninguna. ¡Impacientes! Total, ¿qué son diez años? Será un evento atípico porque el orden natural ha sido invertido. Por regla general, son los familiares los que deciden llevar a cabo un homenaje, un memorial, un recuerdo para alguien que ya no está, y ya luego son sus amigos, conocidos, compañeros y entorno quienes se suben al carro para rendirle tributo. Esta vez, fue todo lo contrario: la gente, los amigos de papá, quienes lo conocieron, pasaron años preguntando, ‘pinchando’, insistiendo.
Al final… no quedó más remedio que «hacer algo» para papá.
A pocas horas de que se celebre el Memorial Paco Polit, mientras el vértigo por las últimas semanas y la incertidumbre lógica se mantienen bajo control (¿lloverá, vendrá gente, fallará algo, irá todo bien?), se me ha ocurrido explicar los entresijos de a qué viene tanto jaleo por una persona que se marchó hace diez años. Quizá, incluso, entres a leer esto picado por la curiosidad, y te gustaría saber por qué deberías acercarte este jueves 8 de diciembre al Campo de la Malvarrosa a partir de las diez de la mañana.
Papá faltó en 2006 después de una larga enfermed… No, dejémonos de eufemismos. El puto cáncer. No hay que esquivar la cuestión. Un vacío tan gigantesco que el paso de los años, más allá de mitigarlo, no ha sido capaz de rellenar. Era un tipo especial, con un carácter único y que, sorprendentemente, tuvo un impacto considerable en la vida de muchas personas a través de su labor en el fútbol base, en la hostelería, en la formación y, por supuesto, como cabeza visible de un local emblemático en La Malvarrosa. Papá era el Polit, y el Polit era papá. Como siempre me decía, el apodo familiar era lo más parecido a un título nobiliario que, para más inri, no sólo se heredaba: tenías que ganártelo.
Cada 15 de noviembre llegaba la misa en su memoria y al año siguiente, y al siguiente, y al siguiente… se repetía la pregunta. «¿Vais a montar un partido? ¿Un homenaje? ¿Cuándo será? ¡Cuenta conmigo!» Fue una idea que nos rondaba la cabeza una y otra vez, pero nunca parecía llegar el momento adecuado. Primero, porque tuvimos que encargarnos del restaurante ya una vez clausurado y a la espera de su derribo debido al PAI de Avenida Los Naranjos; después, por estar acabando la carrera universitaria; luego, por exceso de trabajo en Punto Radio, luego Gestiona Radio, luego… Vamos, que no había manera de que cuadrase todo.
En esas, el 15 de noviembre de 2015 se lanzó al mercado el periódico Esportbase. Un diario centrado en un sector, la formación deportiva de los más pequeños, en el que papá fue uno de los pioneros hace treinta años. Un ‘loco’ del deporte, entrenador nacional, formador de chavales desde abajo, con un hijo que tres décadas después editaba un diario precisamente centrado en el fútbol base. Era demasiada casualidad. El círculo se empeñaba en cerrarse. Y como las casualidades no son más que garrotazos del destino en tu cabeza incitándote a mover el culo… tuvimos que ponernos en marcha.
Una vez obtenida la colaboración del CF Malvarrosa e Imposibles del Levante para disponer del recinto en una fecha muy específica (8 de diciembre), la maquinaria empezó a girar. No podía celebrarse otro lugar, porque papá siempre estuvo ligado a su zona, a su gente y a su deporte. A partir de ahí, un frenesí de seis semanas en las que los familiares y organizadores hemos hecho un ‘master’ acelerado de planificación de eventos deportivos. Especialmente tras comprobar que, diez años después, el recuerdo de papá sigue muy vivo en las mentes de una gran cantidad de personas. Reconforta ver que, una década después, sigue tan presente entre nosotros. Desconocemos cuánta gente acudirá finalmente mañana, pero sólo las reacciones y la acogida nos han llenado de un sentimiento de calidez y agradecimiento imposible de expresar.
En lo que a mi respecta, quiero agradecer a todo el mundo la paciencia que han tenido conmigo estas semanas y la ayuda que todos los compañeros en prensa y medios han proporcionado para la difusión del Memorial Paco Polit – Primer Aniversario Esportbase. El plan era sencillo y se podía resumir en una frase: «Conseguir que todo aquel que quiera asistir pueda hacerlo, y que no haya absolutamente nadie que pueda quejarse de que ‘no se enteró’ de que se celebraba». Con eso en mente, el apoyo de los compañeros de la prensa ha sido total. No tengo palabras para vosotros, amigos. Estaré en deuda para siempre.
No será el evento más multitudinario del mundo, ni seguramente el más ambicioso o el mejor organizado. Pero será singular y auténtico. En esencia, será una reunión de amigos que, por volumen, se nos ha ido de las manos. Ese bullicio siempre fue parte fundamental del espíritu del Bar Polit: la familia, los amigos, sinónimos de un estado de felicidad consistente en compartir cosas con los tuyos. Mi deseo para mañana es que todos estemos allí por última vez. Que el Restaurante Polit, pasto de las excavadoras en 2008, resurja simbólicamente una vez más durante esa congregación de personas vinculadas por su cariño hacia papá. Y que, a base de anécdotas, historias, chistes, fotografías, reencuentros, abrazos, memorias y alguna que otra lagrimita… podamos imaginarle de pie detrás de la barra de nuevo, sonriendo como siempre y mirándonos a todos con orgullo como parte de la mejor obra que hizo durante sus 49 años con nosotros: enseñarnos a vivir.
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